Un estado que en los últimos diez años tiene que destinar en promedio el 10% de su gasto total al costo de la deuda pública, difícilmente puede hacer frente a otras necesidades apremiantes como mejorar infraestructura pública, en los servicios de salud, educación, seguridad entre otros.
Se gasta más de lo que ingresa
Quizá pensemos que poco se pueda hacer, ante esta adversidad, pues las condiciones en las que fue adquirida no permiten hacer cambios sustantivos. No obstante, en los últimos cuatro años, se ha gastado más de lo que ingresas a las arcas estatales, por ejemplo, en 2017, el estado tuvo ingresos por $48,883 millones de pesos y su gasto total fue de $52,450 millones de pesos, por lo que tuvo que contratar deuda por $1,300 millones, para cubrir ese déficit, esa deuda se adquirió sin permiso del Congreso Estatal, pues es menor al 5% de lo total de los ingresos del estado y no requiere aprobación.
Más deuda contratada
En 2020, también hubo un déficit, pues se gastaron $2,663 millones más de lo que ingresó. De igual forma se tuvo que contratar deuda por $2,000 millones para hacer frente al pago de obligaciones. Con datos a 2020, la deuda de Coahuila asciende a $43,681 millones de pesos, los cuales $38,340 millones es deuda a largo plazo con entidades financieras y $5,341 millones es deuda a corto plazo con proveedores.
Doce millones diarios al pago de intereses
Lo más frustrante es lo que se destina al pago de intereses, pues este 2020, se destinaron $4,470 millones, algo así como poco más de $12 millones de pesos diarios, a una tasa de interés promedio ponderada de 6.2%, mientras que el promedio nacional tiene una tasa promedio de 4.7%. Hoy Coahuila es el estado con el plazo más largo para el pago total de la deuda, algo así como 23 años, sin considerar obviamente que en ese inter no se vuelva a contratar deuda pública y ocupamos el nada honroso tercer lugar nacional con la deuda per cápita más alta, después de Nuevo León ($13,945 pesos) y Chihuahua ($13,553).
Deja sin liquidez al estado
Lo cierto es que la deuda es una carga muy pesada, pues no deja liquidez suficiente al Estado para poder hacer más obra productiva, que impacte en más empleos y genere una mayor dinámica económica. ¿Terminaremos alguna vez de pagar esta deuda?… En 24 años lo sabremos.