Iniciaron las campañas en Coahuila, para renovar los 38 municipios y las siete diputaciones federales. Al ser una elección concurrente local y federal, se espera una mayor participación electoral, pues las últimas elecciones para las alcaldías registraron más del 60% de participación.
Participación intermitente
Sin embargo, a pesar de que pueda motivar la participación, esta se da solo durante la jornada electoral, es una participación intermitente, porque cuando finaliza la elección nos mantenemos como simples espectadores y no nos involucramos lo suficiente.
El uso de los recursos debe ser vigilado
Vigilar, observar, exigir que aquellos que obtienen un cargo público cumplan sus promesas se ha convertido en solo un anhelo, cuando vemos normalizar la baja calidad de los servicios públicos que recibimos, la deficiente infraestructura en la ciudad, etc.
Tan solo con saber el presupuesto que ejerecerán los partidos políticos y los organismos electorales debería ser motivo para estar al pendiente y vigilar en todo momento el uso adecuado de los mismos.
Dónde y cómo se gastan
Los 14 partidos políticos en Coahuila, desde aquellos con registro nacional y local recibirán un total de $188 millones de pesos de financiamiento público para esta elección, más el presupuesto del Órgano Público Local Electoral de $311 millones, más los recursos del INE en sus siete distritos federales, nos debe despertar interés en dónde y cómo se gastan esos recursos públicos.
Votar de forma informada
Sin la ciudadanía, la democracia no se construye, pero nunca es tarde, pongamos el ejemplo y para empezar salgamos a votar este próximo 6 de junio. Hagámoslo de forma informada, pues no solo se vota por el candidato a alcalde, sino también por los integrantes de las planillas que ocuparán un asiento en el Cabildo como regidores, y habrá otros partidos que dependiendo el número de votos que obtengan ocuparán uno o varios escaños en el Cabildo.
Ciudadanía de tiempo completo
Los diputados Federales, tiene competencias distintas, hay que conocerlas, entre ellas la de revisar y aprobar el presupuesto federal, así como la de discutir y aprobar leyes. Insisto, el ciudadano debe ser el protagonista en las elecciones, no los candidatos. Es urgente transitar de una ciudadanía apática, desmotivada y desinteresada, a una ciudadanía que propone, que se organiza, que exige, pero más importante, una ciudadanía de tiempo completo.