Arrancan las elecciones en un entorno complejo por la pandemia. Los retos sobre como incentivar a la sociedad a participar en este proceso electoral son enormes, si bien no veremos algún mitin político, si podremos estar presentes en sus transmisiones en redes sociales, o en los debates virtuales por ejemplo y esto nos debe hacer reflexionar, pues hoy tenemos acceso a mayor información sobre los candidatos y sus propuestas.
Poca participación
Las últimas elecciones para diputados locales en Coahuila donde no fue concurrente, solamente salió al sufragio el 39.6%, lo que significa que por lo menos 6 de cada 10 ciudadanos no eligió a los que ostentaron un cargo público en esa ocasión. Podemos suponer entonces que, si la mayoría de los ciudadanos no salió a votar, entonces dar seguimiento y observar su gestión pública durante su período como gobernante fue escasa, si no es que nula.
Que no decidan por nosotros
¿Por qué entonces permitimos que otros decidan por nosotros, si en ocasiones nos quejamos de la calidad de gobernantes que tenemos, o de los servicios públicos que recibimos? Lo cierto es que somos permisivos, dejamos de involucrarnos y participar para mejorar nuestra calle, colonia o ciudad.
Nosotros podemos hacer cambios
¿Acaso les reprochábamos a las personas que salían a la calle sin cubrebocas, sin sana distancia, al inicio de esta pandemia, sin que fuera necesario? Entiendo que cada quien es libre, pero la libertad llega hasta dónde llega el derecho del otro. Ignoramos que somos nosotros, los ciudadanos, los que podemos hacer los cambios, para bien claro. El simple hecho de involucrarnos en lo público hace un contrapeso natural de exigencia y el que se siente observado y vigilado por un tercero seguramente se hace más eficiente y hasta rinde cuentas.
Una cita el 18 de octubre
Esta es nuestra oportunidad de comprender que lo diferente debe sumar y no dividir, permitir que el otro piense diferente, no está mal. El próximo 18 de octubre es el día de la elección, ojalá le dediquemos unos minutos a hacer valer nuestro derecho de elegir, porque cuando no participamos puede hasta suceder que, en una encuesta, el Taco Bell sea el restaurante mexicano más rico de todo Estados Unidos. ¡¡Por favor!!