Ordenar los temas más prioritarios que deben atenderse en el municipio de Torreón es una tarea que tiene que hacerse en conjunto, entre ciudadanos y autoridades electas, un diagnóstico objetivo, dejando atrás colores y afiliaciones partidistas. Primero debería reconocerse lo qué si funciona para mantenerlo e incluso mejorarlo y también reconocer aquello que se debe cambiar o modificar.
El desafío no es sencillo
Hemos sido testigos de que los cambios suelen ser ocurrencias o caprichos, y solo cambiar por cambiar, lo que resulta al final costoso para todos. El desafío no es sencillo, hay deficiencias estructurales que quizá no se solucionen en tres años. Yo enumeraría quizá algunas problemáticas más apremiantes, primero en materia de seguridad, el combate a los delitos patrimoniales y a la prevención del delito, evitar que se generen distintos tipos de violencia es indispensable.
La calidad de los servicios públicos
Buscaría recuperar la aprobación de los elementos de tránsito y vialidad, pues casi 7 de cada 10 ciudadanos desaprueba su trabajo, considerando su labor más recaudatoria que preventiva. La calidad de los servicios públicos que presta el municipio ha sido históricamente deficiente, administración tras administración, un problema ya endémico.
Cuidar las finanzas
Drenaje, agua potable, pavimento, son las peor calificadas. Cuidar las finanzas municipales, pues cada vez aumenta más la nómina y disminuye la inversión pública productiva. Del total del presupuesto de Torreón, solo el 16% se destina a la inversión, mientras que otros municipios más competitivos le destinan el 30% de su presupuesto.
Evitar la fuga de talentos
Sin duda uno de los desafíos más importantes que no solo es tarea del municipio, es evitar la fuga de talentos, principalmente jóvenes, pues en el último año, egresaron más de 7 mil universitarios y se perdieron en ese mismo año más de 4 mil empleos entre esos rangos de edad. ¿Dónde quedaron?, pues seguramente cambiaron su residencia para encontrar un mejor futuro.
Empleos mejores pagados
Impulsar la atracción de inversión de calidad, que genere empleos mejores pagados, ya que 6 de cada 10 ciudadanos no gana más de 2 salarios mínimos. El próximo alcalde tendrá que administrar un presupuesto público de más de $2,700 millones de pesos, el cual los ciudadanos debemos estar muy atentos en supervisar y vigilar el uso más eficiente del mismo.